Emigraciones en España
En los
últimos meses, España está perdiendo población. Los inmigrantes han dejado de
venir de forma generalizada y cada vez
son más los que se van, tanto extranjeros como españoles. Así que es
inevitable que cada vez seamos menos. En la estadística el INE nos cuenta que la inmigración ha bajado en un 11% mientras
que la emigración ha crecido un 10,7%,
dicho de otra forma, se han ido de España durante este semestre 259.227
personas y han venido 134.312. La diferencia entre uno y otro ofrece un saldo
migratorio negativo: 124.915 habitantes menos para nuestros registros.
¿Y quiénes
son los que se van? Fundamentalmente, extranjeros
no nacionalizados. Las cifras del INE no confirman la existencia de una
huida masiva de ciudadanos españoles. De los 259.227 que han emigrado, 39.690
son españoles y 219.537, la gran mayoría, son foráneos. El
número de extranjeros ha bajado un 4%, sobre todo debido a la emigración
y a la adquisición de nacionalidad española, hasta situarse en 4.870.487. Las
nacionalidades que más habitantes han perdido son la colombiana, la peruana, la
boliviana, la ecuatoriana, la marroquí y la rumana.
Los
que se van, los que más lo están haciendo son los hombres de entre 30 y 34 años,
seguidos de los de 35 a 39 años y de los de 25 a 29 años, pertenecientes a una
inmigración principalmente laboral que no ha visto cumplidas sus expectativas
de encontrar trabajo.
Respecto a
la emigración de los españoles, durante la primera mitad de 2013 aumentó el
flujo en un 26,3% respecto al semestre anterior. Dos de cada tres españoles que emigran son nacidos en España, y
así se pone de manifiesto cuando se observan las estadísticas que el principal país receptor es Ecuador,
seguido de Reino Unido y Francia. En el caso de Ecuador, se trata de una
migración de retorno de ecuatorianos de origen que vuelven a casa junto con sus
hijos nacidos en España, al igual que ocurre con Colombia, Venezuela y
Argentina.
Las comunidades autónomas españolas siguen
perdiendo vecinos a pasos agigantados