Como piensa el economista español Santiago Niño
Becerra.
Desde los organismos internacionales hasta el
Gobierno, pasando por las agencias de rating, todos coinciden en que ya empiezan
a verse los primeros síntomas de mejora para la economía española.
En su
opinión, llevará muchos años resolver la situación actual, marcada por la
imposibilidad de continuar creciendo como hasta ahora, por pensar que en el
planeta sobra dinero a mansalva, y por el "excesos de pánico de capacidad
productiva".
Efectivamente
puede que lo peor de la crisis haya pasado ya, pero ¿cómo se le dice a alguien
que vivió bien que ya no volverá a hacerlo? A medida que se vaya profundizando
en la crisis la recaudación decrecerá, aunque se dice que a finales del 2014 se podrá principiar muy suavemente
la recuperación. Una de las consecuencias será la insuficiencia de fondos para
atender las pensiones con su actual estructura, que el fondo de reserva podrá
compensar cada vez en una menor parte.
En este
discurso trata los siguientes temas:
La gran cantidad de jóvenes educados
para un mundo de abundancia que tendrán que sobrevivir en un mundo de escasez. El margen que tiene el gobierno de
España para cambiar esta situación es muy reducido, por ello, el Ejecutivo no ha
tenido más remedio que operar por imposición de la troika (Comisión Europea,
FMI, y BCE). España ha perdido su capacidad de decisión y su Gobierno se halla
cautivo de los compromisos que le obligaron a aceptar porque la alternativa era
el caos, de España y de la UEM.
Debido a la
presión financiera internacional, España se verá forzada a reducir su déficit
en lo posible. Pero como crecerá en cantidad totalmente insuficiente, cabe
esperar recortes profundísimos y adicionales en el gasto público, reformas,
ajustes... Pero hay temas que son tabú, como por ejemplo el fraude fiscal de las pymes. Hay empresas que si no defraudan no
podrían existir. A propósito del anuncio de que el Gobierno impulsará con la
banca la concesión de créditos a las pymes, el mediático economista asegura que
el fraude fiscal en la pequeña y mediana empresa es un tema tabú en España.
Otro tema
delicado es el funcionariado. Los
empleados públicos se han convertido en el chivo expiatorio de una crisis que
no han generado, y a pesar de que España tiene una tasa de empleados públicos
que es de las más bajas de Europa, son el blanco de todas las críticas porque
cuentan con un trabajo en propiedad. Así pues, cuando España crezca los
ciudadanos tendrán que aprender a vivir con menos ya que será imposible volver
al bienestar de 2006, un año basado en una irrepetible burbuja de deuda. Lo
fundamental tal y como están las cosas es permanecer a toda costa en el mercado
laboral aunque sea perdiendo el 40% de los ingresos; si salimos de este será
muy difícil volver a entrar.
Dentro de 10 años, es decir en 2023 Becerra basándose en la crisis actual
imagina el país de la siguiente manera:
Será una población empobrecida con niveles de renta
media equivalentes a los existentes a principios de los 80, con un desempleo
estructural de entre el 14% y el 18% y la precarización contractual de la
mayoría de la población activa que se halle ocupada. Lo cual significa
que será necesario un cambio de chip para adaptarse a un mundo de escasez que ha seguido a un mundo
de abundancia.
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